El Dr. Barkley expone su teoría en cuanto a cuál debe ser el papel de los abuelos cuyos nietos padezcan trastornos del neurodesarollo tales como TDAH, autismo, dislexia… Este tema, pocas veces discutido, surgió en la vida del Dr. Barkley de manera muy personal al padecer su nieto una enfermedad de este tipo. El, dada su extensa experiencia profesional con este tipo de enfermedades, cambio su vida y se mudó cerca de su hijo y su nieto para poder involucrarse al máximo en la vida de su nieto enfermo.

El Dr. Barkley explica que en muchos casos la reacción de los abuelos es muy distinta y llegan a enfrentarse a sus hijos y nietos, al no entender la enfermedad y oponerse al diagnóstico o medicación. Esta reacción, frecuentemente causada por la falta de información, supone para sus hijos un problema añadido a la ya difícil situación que atraviesan.   El Dr. Barkley anima a todos los abuelos con nietos enfermos a informarse y aprender sobre la enfermedad, antes dar una opinión desinformada.

Según el Dr. Barkley, los abuelos son una pieza no estudiada del puzzle del TDAH, el autismo y otras enfermedades del neurodesarollo. Nadie ha estudiado el importante papel que juegan en la vida de la “familia extendida”. Su sabiduría y experiencia no tiene precio y puede ser un apoyo fundamental para toda la familia cuando se diagnostica una enfermedad de neurodesarollo. El Dr. Barkley anima a los abuelos con nietos enfermos a involucrarse en sus vidas en la mayor capacidad posible y a no solo ser abuelos en la distancia. El doctor asegura que la satisfacción que supone ayudar a un nieto en esta situación es incomparable, ya que les otorga un sentido de pertenencia. Para el, este sentido en la vida es la verdadera clave de la felicidad. La carga de esta tarea pasa de ser “he de hacerlo” a “tengo la suerte de hacerlo”, ya que la recompensa que los abuelos reciben en cariño, compensa cualquier sacrificio.

El doctor explica que tras el diagnostico, los padres atraviesan una época de duelo, ya que pierden ese niño normal que pensaban que tenían. Ese duelo termina con la aceptación y la activación del tratamiento, momento en que los abuelos han de decidir su grado de implicación. Según el doctor, hay muchas maneras en las que los abuelos pueden ayudar a sus nietos enfermos:

 

  • Proporcionando cuidado a sus nietos en las horas en las que los padres no puedan ocuparse de ellos
  • Proporcionando ayuda económica
  • Proporcionando a sus hijos un hombro en el que llorar cuando atraviesen momentos difíciles de la enfermedad
  • Convirtiéndose en “cuidadores de emergencia” para los padres
  • Respetando los límites que les pongan los padres en cuanto a su nivel de implicación
  • Respetando las decisiones tomadas por los padres en cuanto a la enfermedad y el tratamiento

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