A mediados de los 70, en Finlandia estaban muy descontentos con su sistema educativo, tanto como nosotros hoy. Los alumnos, desmotivados e indisciplinados, y los profesores, insatisfechos y, a menudo, hasta atemorizados. Decidieron convertir las clases en actividades entretenidas en las que los alumnos participaran activamente. Comprobaron que el abandono escolar se reducía y quedaron muy sorprendidos al descubrir que, en el año 2000, sólo 15 años después del cambio, el informe PISA lo reconocía como uno de los mejores sistemas educativos del mundo: los alumnos, además de ser mucho más respetuosos y educados, ¡sabían más!
¿Cómo lo hacen?
1º Adaptan los programas académicos a la madurez de los niños y no al contrario:
• Dan prioridad a crear afición a la lectura y la escritura (todo tipo de novelas, cuentos, comics…)
• Los niños aprenden a leer a los 7 años, porque a esa edad lo hacen con enorme facilidad.
• No ponen notas numéricas hasta los 9 años para que el inicio del aprendizaje sea lúdico y no competitivo.
• Los programas teóricos son más reducidos que los nuestros, sobre todo en Primaria y Secundaria, por lo que los deberes son muy limitados.
• Los libros de texto son mucho más sencillos y prácticos, son escritos por profesores (y no por editores) y los niños no los compran, sino que los devuelven al final del curso para que los utilicen otros el año siguiente.
2º Convierten las clases en actividades en las que los alumnos participan activamente (en lugar de ser discursos en las que los niños son sólo sujetos escuchantes y pasivos):
• Ejemplos de clases: – Clases preparadas e impartidas por los propios alumnos, con supervisión del profesor. – Representaciones de momentos de la historia preparadas por los alumnos. – Exposiciones preparadas por los alumnos sobre actividades lúdicas, con vídeos, etc.
• En cada aula hay una televisión, un proyector y un ordenador que utilizan de forma constante.
• El arte, la música, la expresión oral y corporal, el teatro y la educación física son consideradas materias importantes, tanto como la historia o la lengua, así como la educación para la convivencia: el respeto entre las razas, sexos, religiones, la educación vial y urbana, la seguridad ciudadana, los primeros auxilios…
• Los profesores fueron dotados de una amplia libertad en la preparación de las clases y pasaron a ser profesionales muy valorados y respetados.
• Los centros tienen libertad en la oferta de las materias optativas, que se eligen a partir de los 13 años: 2 el primer año, 4 el segundo, 5 el tercero y alguna más a partir de los 16 años.
3º Firmaron un pacto de estado, para que la transformación fuera un proceso constante, progresivo, ininterrumpido e independiente de los cambios políticos.
4º Ensalzan la profesión de magisterio: la preparación de los maestros y profesores debía convertirse en una prioridad para que gozaran del respeto que merecen, dada la importancia de su trabajo como motores del cambio social.
5º Todos los centros educativos (escuelas, institutos y universidades) se someten a una evaluación constante por parte de las autoridades locales. Están obligados, por ley, a someterse a evaluaciones regulares de su funcionamiento y sus resultados, los cuales se hacen públicos. Cada centro cuenta con un plan de evaluación que es presentado a la autoridad local. Los campos tomados en cuenta para dicha evaluación son amplios: además de los resultados de los exámenes, todos los aspectos pedagógicos, relacionales y materiales de la vida de cada centro son revisados mediante cuestionarios accesibles a través de la red del establecimiento. Los alumnos también pueden establecer contacto a través de Internet y responder libremente a las preguntas. La tasa de participación es del 70%.
6º Cambiaron el sistema de financiación. Finlandia realizó una descentralización creciente, que aquí ya hemos efectuado, que otorgó a los municipios (aquí, autonomías) amplios poderes en materia educativa. Pero los programas comunes continuaron siendo responsabilidad del estado y sigue existiendo un bloque único de educación fundamental obligatoria hasta los 16 años que incluye, además del estudio de historia, lengua, matemáticas, etc., el inglés y las lenguas nacionales, según las regiones.
Begoña Delclaux.
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