Uno de los objetivos que como padres debemos tener, es la formación de nuestros hijos como personas autónomas, dialogantes, tolerantes y socialmente comprometidas.
A partir de los dos años y medio, el niño comienza a interiorizar actitudes y valores que oye y ve en las personas de su entorno, construyendo las bases de su ética adulta.
¿Cómo podemos ayudarles en la familia? No con sermones ni moralina de libro, sino desarrollando un aprendizaje día a día significativo.
Debemos enseñarle hábitos básicos de salud y bienestar e ir disminuyendo nuestra ayuda en actividades diarias que ya puede hacer solo.
Demostrándoles nuestro cariño y aprecio, alabar siempre cualquier progreso (aunque sea mínimo) para que adquiera seguridad afectiva en sí mismo. Recordamos que la AUTOESTIMA no es más que la interiorización que los demás tienen de mí y la confianza que en mí depositan. Lo que los padres alaban hace diferenciar al niño qué ha hecho bien y tenderá a repetirlo. Si por el contrario los padres nos fijamos constantemente en lo que hacen mal, estaremos desarrollando un sentimiento de fracaso, inutilidad e incapacidad. Ayudadles a comprender las consecuencias de su comportamiento, a relacionar la causa y el efecto sobre sí y sobre los demás. Será el momento idóneo para enseñarle autocrítica, el reconocimiento de los errores y la
valoración de su propia actuación.
«La educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo».
Profesional: María Ángela Martín Magro – Psicóloga Clínica
Fecha: Sábado 15 de Junio 2019
Horario: de 10:00 a 14:00
Lugar: Fundación Educación Activa C/ Jimena Menéndez Pidal, 8-A
ASISTENCIA GRATUITA – AFORO LIMITADO
Confirmación: 91 3572633 / info@educacionactiva.com
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