Queremos hablaros de nuestro proyecto Lumen, tan discreto como efectivo. Llevamos 11 años desarrollándolo en la Residencia Hogar Villa Paz – llevada con mucho amor y profesionalidad por las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Las profesionales que llevamos a cabo el proyecto Lumen, consideramos que se trata de un espacio para los niños, que les permite sentirse escuchados, en el que se sienten libres para expresarse y comunicar su estado de ánimo. Además, reciben un apoyo a la hora de manejar su frustración, su impulsividad motora, que suele ser común en la mayoría de los asistentes, y de autorregularse. Es, en definitiva, un espacio de desahogo emocional muy positivo para los niños en el que se presta especial atención a las individualidades y diversidades que les acompañan en su desarrollo.
Pero no sólo nos centramos en las características emocionales de cada niño. Aunque nos parecen primordiales, también nos centramos en ofrecerles un apoyo pedagógico basado en actividades lúdicas y motivadoras que nos permiten trabajar las dificultades de aprendizaje que presentan algunos de los niños. Con su participación activa en estas actividades, podemos observar mejoras en atención y memoria, capacidades básicas para el trabajo de aprendizaje significativo posterior. Debido a la formación de las terapeutas del proyecto, muchas de las actividades que realizamos son de carácter creativo y en ellas empleamos como instrumentos la música, la expresión corporal, la expresión artística… de este modo los niños se sienten motivados y libres para expresarse. Además observamos que participan en el proyecto con entusiasmo e interés, lo que facilita el vínculo con las terapeutas, la confianza y que se sientan seguros en el espacio.
En el trabajo en grupo, se fomentan las actividades dinámicas y cooperativas que les ayuden a mejorar sus habilidades y relaciones sociales. Se crea un sentimiento de pertenencia al grupo que observamos muy positivo, en especial en algunos casos concretos. Además, el proyecto se sustenta en un trabajo en equipo y en una comunicación necesaria tanto con la dirección y psicología del Centro como con los educadores y educadoras. Ofrecemos, también, apoyo en los hogares con más necesidades. Todo esto hace que el proyecto sea muy positivo para cada uno de los niños que participan en él, proporcionándoles un espacio específico e individualizado para las distintas necesidades que presenten en cada momento.
Noelia Pérez Jiménez y Esther Pérez Vega
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